Simpósio 13 | Mundo Social e Pandemia

Piet Mondrian. Tableau nº 1, 1913, The Kröller-Müller Museum, Holanda, editada

O Blog da BVPS publica hoje o décimo terceiro e penúltimo post do simpósio internacional Mundo Social e Pandemia, uma parceria com a revista Sociologia & Antropologia e a Sociedade Brasileira de Sociologia (SBS). A organização é de Andre Bittencourt (UFRJ e editor do Blog da BVPS) e Maurício Hoelz (UFRRJ e editor de S&A).

No simpósio, sociólogas e sociólogos do Brasil e do exterior responderam a um questionário com 4 perguntas, elaborado com a expectativa de indagar as diferentes dimensões sociais da pandemia e os desafios que ela representa para a sociologia. Para ver os outros posts da série, basta clicar aqui. As versões originais das contribuições enviadas em inglês e francês são disponibilizadas nesta página, que será sempre atualizada. Para acompanhar as atualizações do Blog, siga nossa página no Facebook.

Hoje teremos como convidados/as:

Karina Batthyany, professora da Faculdade de Ciências Sociais da Universidad de la República, Uruguai. É a atual secretária executiva da CLACSO. Autora, entre outros, de Construyendo autonomía: compromisos e indicadores de género (Org.) e Cuidado infantil y trabajo: ¿un desafío exclusivamente femenino?

Marcelo Arnold-Cathalifaud, profesor titular do departamento de antropologia da Universidad de Chile. Foi presidente da ALAS (2013-15). Autor, entre outros, de Encrucijadas Abiertas. América Latina y el Caribe. Sociedad y Pensamiento crítico (3 tomos, Org.) e El pensamiento latinoamericano: Diálogos en ALAS (Org.).

P. S. Vivek, professor do Departamento de Sociologia da University of Mumbai, India. Autor, entre outros, de World of Garbage and Waste e The Scavengers: Exploited class of city professionals.

Mary Tuti Baker, professora em política indígena comparada no Fairhaven College e estudos canadenses-americanos na Western Washington University, Estados Unidos (a partir de setembro de 2020). É autora, entre outros, de “Waiwai (Abundance) and Indigenous Futures” e “Resisting Imperial Capitalism: Sustainable self – determination strategies on Molokai, Hawaiʻi.”

Howard Becker, foi professor em várias universidades dos Estados Unidos, como Northwestern e Washington. É autor, entre outros, de Outsiders: Estudos de sociologia do desvio e Segredos e truques da pesquisa.

Ao contrário dos outros posts da série, neste publicamos duas reações ao simpósio que não seguem o padrão pergunta/resposta. Mary Tuti Baker preferiu enviar um relato único, tomando maior liberdade poética. Já Howard Becker sugeriu que publicássemos sua pequena nota crítica sobre as razões pelas quais ele não se sentia confortável para responder as perguntas enviadas.

Boa leitura!

1. Sociólogos/as e cientistas sociais, em geral, estão se mostrando mobilizados/as para produzir e compartilhar interpretações sobre os efeitos sociais e políticos da pandemia. A teoria sociológica está equipada para enfrentar o desafio de compreender/explicar o fenômeno?

Karina Batthyany: Sin lugar a dudas las ciencias sociales disponen de un conjunto teórico y metodológico muy importante para comprender el fenómeno actual. Por otra parte es imposible pensar respuestas a la emergencia sanitaria sin las ciencias sociales. La actual crisis sanitaria no puede ser comprendida sin sus dimensiones sociales, políticas, económicas, culturales. Pensar que la única dimensión es la biológica o la sanitaria es realmente un error. Se requiere en estos momentos de un trabajo multi y trans disciplinario para comprender a cabalidad el fenómeno de la pandemia, y esto requiere esfuerzos desde todas las disciplinas para desarrollar una perspectiva integral.

Las ciencias sociales adquieren un papel protagónico en el diseño de las nuevas comunidades emanadas de la pandemia. Sus herramientas son fundamentales para orientar la toma decisiones de los gobiernos, repensar políticas públicas estructurales y esbozar una propuesta colectiva a nivel nacional y regional. Como siempre, resulta  necesario pensar en la vinculación entre la investigación, el conocimiento y la política para adoptar las mejores decisiones frente a los desafíos que presentan las diferentes situaciones sociales. Hay que prestar atención al discurso científico unilateral que, al mismo tiempo que puede orientar decisiones políticas acertadas en lo sanitario, también puede producir “ceguera epistémica” si no se incorporan otras miradas y saberes.

Marcelo Arnold-Cathalifaud: Tengo un moderado optimismo sobre las explicaciones e interpretaciones que se hacen desde las ciencias sociales. Respecto a los problemas globales contemporáneos las “teorías de la sociedad” disponibles han demostrado profundas limitaciones, sus representantes se han volcado al periodismo o a la crítica moral sin esforzarse en profundizar sus argumentos. En las conceptualizaciones que más recurrentemente se aplican pareciera que la pandemia no les ha traido muchas novedades a sus reflexiones habituales. Apreciamos que lo frecuente son la producción de relatos sobre el fin “de algo” y el principio de “otro algo”, sin ahondar con contenidos ni con proyecciones lo que se quiere expresar. Ciertamente, existe mucha y buena investigación empírica, pero esta no logra integrar niveles de síntesis que sirvan de guía para nuevas interrogantes o para poder proponer formas de abordar problemas equivalentes. Estamos colmados de datos locales y escasean las reflexiones sobre los mismos. Tengo la expectativa que la pandemia ha sorprendido a las ciencias sociales y que se están elaborando las respuestas que se esperarían.

P. S. Vivek: Desde o seu princípio, a temida Covid-19 esteve relacionada com elites que viajam pelo mundo e que trouxeram o contágio para seus respectivos países. As circunstâncias concretas exigiram a quarentena desses viajantes específica e rigorosamente determináveis, dentre os quais a maioria pertencia a elites políticas ou às classes economicamente dominantes. Medidas de quarentena em massa representaram um desvio de atenção conveniente em relação às medidas pouco firmes do próprio governo no que toca às elites recém-chegadas do estrangeiro. Nesse processo, reduziu-se todo cidadão a um potencial transmissor de Covid-19. Não foi possível identificar a doença com os trabalhadores pobres ou suas partes da cidade.As experiências vividas dessa assim chamada quarentena se provaram drasticamente diferentes para as classes privilegiadas e a massa trabalhadora. Os trabalhadores pobres desesperados e famintos aparecem em contraste marcado com as elites nacionais; dentre as quais uma maioria se arrebanhou e comprou as campanhas populistas do governo pela “necessidade” do lockdown; a importância do “distanciamento social”; considerações superficiais para com trabalhadores da área da saúde que no entanto continuaram a ter que lidar com a falta aguda de recursos como EPI’s etc.

As classes privilegiadas têm estado ocupadas “trabalhando de casa”, esse luxo que escapa às massas. Esse mesmo lockdown significou literalmente a ausência de trabalho para a maioria dos trabalhadores pobres. “Casa” se tornou um termo elusivo para um grande número de trabalhadores migrantes que se acumulam em cortiços improvisados perto dos seus locais de trabalho, como em canteiros de obras. Existe incerteza em torno das possibilidades de sobrevivência em cidades estranhas e hostis, fazendo com que trabalhadores imigrantes ficassem desesperados para retornar à segurança relativa da sua terra natal. Esse lockdown é uma grande oportunidade para refletirmos sobre o que fizemos de errado, não apenas durante o período da Covid-19, mas na década ou duas que o precederam. Não é vulgar tentar enriquecer. Vulgar é ver trabalhadores famintos caminhando por dias com crianças nas costas.

2. Como a sua área de pesquisa especializada pode contribuir para a reflexão sobre diferentes dimensões desse fenômeno?

Karina Batthyany: Mi área de investigación está vinculada al bienestar social, el trabajo (remunerado y no remunerado) y los cuidados desde una perspectiva de género. Vaya si esta pandemia ha dejado en evidencia lo central que resultan estos temas en la crisis actual. Si hay algo que la  crisis sanitaria ha desajustado son los modelos de vida a los que estábamos acostumbrados/as. Esta pandemia puso en evidencia lo que parte del feminismo viene considerando como central para repensar un proyecto que tenga a la vida en el centro: todos y todas somos interdependientes.

La propagación del Covid-19 y las medidas institucionales para producir aislamiento social que se están aplicando en la mayoría de los países, ponen en evidencia uno de los eslabones más débiles de nuestra sociedad: los cuidados. Las personas necesitamos de bienes, servicios y cuidados para sobrevivir. Los cuidados son relacionales e interdependientes, todos hemos precisado o precisaremos de cuidados en algún momento de nuestra vida y todos hemos cuidado o cuidaremos a alguien en las etapas de nuestro ciclo vital. La pandemia ha mostrado la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida y la poca visibilidad que tiene este sector en las sociedades y en las economías de la región, en las que se sigue considerando una externalidad y no un componente fundamental para el desarrollo ni un pilar del bienestar social.

Un abordaje histórico al tema ha sido ignorar la centralidad del cuidado asumiendo que la incorporación de las mujeres al trabajo productivo redistribuirá esa carga por sí sola, cuando la evidencia nos muestra que esto se tradujo en una doble jornada laboral para las mujeres. Algo que conocemos desde los estudios de género y cuidados, es que la economía considerada productiva se sostiene en el trabajo del cuidado (no reconocido ni remunerado) aunque este sea en muchos casos invisible. Como sabemos en la región las mujeres realizan cerca del 80% del trabajo de cuidados no remunerado y son amplísima mayoría entres quienes se ocupan en el trabajo de cuidados remunerado, por tanto gran parte de los cuidados totales los ejercen las mujeres.

En el marco de la crisis sanitaria, algunas de las medidas propuestas suponen un aislamiento en los entornos domésticos y la búsqueda de soluciones individuales por parte de los entornos familiares para el cuidado, soluciones individuales mediadas, por tanto, por los recursos de diversa índole que cada hogar tenga. Es un regreso al “puertas adentro”, donde cada quien deberá encontrar su solución y estas soluciones reproducen las desigualdades pre existentes. Es importante mencionar que el tiempo de las mujeres no se convierta, como ha sucedido a lo largo de la historia, en un factor de ajuste del que los Estados disponen para afrontar la crisis y los nuevos escenarios económicos

Para solucionar la crisis de cuidados necesitamos una nueva idea de gestión pública que entienda que la interdependencia de las personas es un hecho de la vida en común. La solución no pasa solamente por  repartir más equitativamente el cuidado entre varones y mujeres a nivel individual, sino que su importancia y valor se reconozca y pueda ser provisto también en parte por la sociedad y con el Estado asumiendo su responsabilidad.

Esto implica entre otros elementos construir  una mirada alternativa sobre nuestro modelo de convivencia, mirada alternativa fundada sobre la irrenunciable igualdad real y no solo formal de varones y mujeres. Recuperar la dimensión política de la vida cotidiana parece un camino a transitar.

Marcelo Arnold-Cathalifaud: Mis aplicaciones provienen de la teoría de sistemas sociales, sin entrar a profundizar, destaco los siguientes reglones teóricos: una concepción de sociedad, como sociedad global (incluyendo una definición de la misma); una observación de la sociedad que considere su diferenciación interna en términos de diferenciación sistémica; la distinción entre riesgo y peligro y las referidas a la distinción entre inclusión y exclusión. En el entendido que las tres últimas distinciones son subsidiarias de una teoría consistente de la sociedad, como sociedad global, enmarcada en una perspectiva sistémica y constructivista.

P. S. Vivek: O lockdown em consequência da pandemia foi uma experiência nova para o mundo como um todo, algo para o qual ninguém estava preparado. É um ataque frontal às noções de mobilidade e conectividade fundamentais na sociedade humana hoje. Cientistas nos alertaram para o fato de que uma mutação chamada D614G na região da proteína spike do vírus SARS-CoV-2 – que causa a Covid-19 – é urgente por tornar o vírus mais contagioso. Nesse sentido, há muitas dimensões da pandemia que requerem investigações urgentes. 1) O lockdown compulsório foi reforçado pelo medo voluntário. Estão todos preparados para o admirável novo normal. Esse foi um lockdown que destrancou milhões de indianos. Enquanto a Índia se abrigava em casa desde a última semana de março de 2020, uma parte do país ia às ruas desafiando a ordem de isolamento. 2) A migração deveria servir como um corretor para o olhar dos que ainda não compreenderam as crescentes vulnerabilidades urbanas da Índia. As pessoas se perguntam por que os migrantes não escutam os governos. Eles escutam, mas não se convencem de que os governos podem cumprir com suas próprias palavras. Isolados e desempregados, eles se baseiam na própria fé (ou falta dela, na verdade) mais do que em qualquer outro raciocínio. 3) Em todo o mundo, um pico de incidentes de violência doméstica está sendo reportado desde o início do lockdown. Quanto mais grave o abuso, maior é o impacto na saúde física e mental da vítima. Na nossa sociedade altamente patriarcal, os homens estão frequentemente presos a seu próprio machismo. Contrariamente aos mitos segundo os quais esse fenômeno é mais comum entre os mais pobres, na realidade nem as mulheres ricas ou de classe média estão poupadas dele. 4) O espalhamento do coronavírus resultou numa mudança nos mecanismos de gestão sanitária. Ainda que muito do lixo que produzimos seja domiciliar, a presença de detritos biomédicos nele ­– mesmo em pequenas quantidades ­­– faz do descarte especial uma necessidade. Atualmente, durante o lockdown, além de incinerar o lixo médico, o lixo comum de regiões quarentenadas e partes contaminadas de favelas é descartado em aterros sanitários com o uso de produtos químicos. 6) O risco de transmissão da Covid-19 por gotículas respiratórias e partículas aerossóis expiradas já foi bem documentado e cuspir, hábito na Índia, é uma das formas comuns de transmissão do vírus para além da respiração. Espirrar e tossir são condutas involuntárias em muitos casos, mas o uso de máscaras pode reduzir riscos. Já o cuspe é um ato consciente reforçado pelo hábito. Chegamos ao ponto de precisarmos de uma doença infecciosa virulenta para a maior parte das pessoas se dar conta da implicação entre higiene pessoal e saúde pública. 7) Outro inimigo invisível nos espreita: reportagens de diversos estados sugerem que o estigma e o medo da Covid-19 infligem dano adicional à sociedade, pois o estigma em torno de pacientes infectados chegou a desencorajar algumas pessoas a se testar num estágio inicial da doença. Esse tipo de impedimento não só representa um inconveniente para as pessoas como também atrapalha a retomada da atividade econômica já que produtores, fornecedores e compradores estão interligados entre estados.

A pandemia do coronavírus nos humilhou e tornou mais humildes ao passo em que nos encontramos perplexos, inquietos e desamparados. Na verdade, o vírus não está vivo; ele é programado para se ploriferar, e quanto mais gente ele infecta, mais atrapalha nossas vidas. Seria necessário fazer avanços maiores e mais consistentes em direção à retomada econômica, com uma mudança de ênfase do “combate” à Covid-19 para sua “gestão” ou “administração” (já que ela não pode ser totalmente eliminada). Abdul Kalam, o ex-presidente da Índia, identificou cinco áreas que ajudam criticamente na melhoria das condições de vida, nessa ordem: saúde, educação, agricultura, comunicação e tecnologia crítica (como biotecnologia, nanotecnologia, farmacêutica). Outra área poderia ser adicionada à lista – a fé em Deus. Sem ela, poderia haver a melhor das tecnologias mas com o pior da humanidade. No fim das contas, nosso valor depende dos nossos valores. Nossa grandeza depende da nossa bondade.

Estamos em 2020, e de repente voltamos o foco para um tipo de saúde que possa nos salvar. A educação passou a ocupar o centro do palco na medida em que nossos filhos precisam estudar de casa. E se o lockdown continuar, a agricultura decidirá que nação poderá florescer. Alimentos e farmacêuticos se tornarão epicentros da economia, não apenas produtos de luxo.É necessário notar que nada do que foi feito anteriormente em nome do objetivo declarado de promover o bem comum institucionalizou de forma tão firme as iniquidades inerentes à nossa república quanto às consequências do lockdown. Num só movimento cirúrgico, ele deixou milhões de cidadãos – trabalhadores ocasionais e migrantes – abandonados, desabrigados, desempregados, desnutridos, sem dinheiro e trancafiados. No entanto, em tempos de distanciamento social e auto-isolamento, é a comunicação virtual que nos ajuda a nos conectarmos mais do que nunca enquanto famílias, nações e seres humanos.

3. A pandemia estaria provocando mudanças sociais, políticas e/ou culturais profundas? Ou acelerando tendências já em curso? Se sim, é possível vislumbrar os contornos das sociedades pós-Pandemia?

Karina Batthyany: Probablemente es muy pronto aun para responder a cabalidad esta pregunta. El péndulo oscila desde las voces catastrofistas que hablan del fin de la humanidad, a las que advierten que nada cambiará y que sólo es cuestión de tiempo y paciencia para volver a “la normalidad”. Lo más probable, sin embargo, es que enfrentemos un intenso proceso de transformación en el que las sociedades estarán obligadas a reconfigurar múltiples aspectos en el corto, mediano y largo plazo. Resulta claro que es hora de analizar la interdependencia, reciprocidad y complementariedad del trabajo político y del Estado con la producción de unas Ciencias Sociales que avancen para romper la reproducción de un conocimiento único y universal, que abonen a la reflexión crítica, que sean capaces de auto centrarse y, a partir de ello, elaborar categorías, conceptos e ideas que, situadas en la historia y las problemáticas locales, aporten a la producción de conocimiento con vocación nacional y regional.La pandemia ha permitido redescubrir los extremos que conviven en las sociedades. De la solidaridad, la generosidad y la empatía, al egoísmo, la xenofobia y el racismo.Existe hoy una emergencia de interpretación alternativa de la realidad, en donde la reflexión crítica y producción de conocimiento de los y las cientistas sociales resulta fundamental para la construcción del futuro que deseamos.

Marcelo Arnold-Cathalifaud: Los efectos de la pandemia ocurrirán en todos los niveles de la sociedad, además serán dinámicos y multidimensionales. Todas las expresiones sociales tendrán modificaciones y, en sus interrelaciones, se proyectarán expresiones emergentes inimaginables por ahora. Pero, las primeras señales de estos cambios pueden indicarse en el campo de las actividades cotidianas, la co-presencia será más regulada y sus formas encauzadas en protocolos, más o menos explícitos, ello incluye desde variar las reglas de la proximidad hasta las vestimentas y las ocasiones para su uso. Probablemente, en compensación, las aplicaciones de realidad virtual se generalizarán. Como se puede prever lo anterior tendrá un enorme impacto en las interacciones intra e intergeneracionales, como en las verticales y las horizontales En el plano organizacional el teletrababajo, la automatización y utilización de inteligencia artificial se incrementarán exponencialmente. Probablemente los ritmos de trabajo, horarios y sus estacionalidades se verán fuertemente modificados. En planos más generales pueden anticiparse cambios en los sistemas educativos formales con la tele-educación y re-adecuación de los programas; en el ámbito sanitario se generalizarán las informaciones sobre la salud a poblaciones que antes no lo consideraban (un nuevo tipo de terrorismo); la política pasará por importantes modificaciones y debates, por ejemplo con la probable aparición de nuevas variedades de formas democráticas; en el plano económico se verán cambios en su industria, nuevas formas de consumo parece lo más evidente, lo mismo en las industrias relacionadas con el transporte y el turismo. Los conocimientos científicos y las comunicaciones religiosas adquirirán posiciones centrales. A nivel mundial, la globalización, a diferencia de lo que se están planteando, se verá acelerada y cubriendo las mayor parte de las expresiones sociales. Esto último no será inmediato, pero la ejemplificación de la respuesta a la pandemia será un avance paradigmático. A quedado de manifiesto las limitaciones de decisiones delimitadas por fronteras nacionales, en compensación, veremos un auge de la cobertura de organizaciones con coberturas mundiales (previo el reformateo en sus composiciones, en la validación de evidencias y en los criterios de tomas de decisiones).

P. S. Vivek: O coronavírus chegou num momento em que o mundo já estava se virando para dentro, em grande parte em reação à crise financeira global de 2008. As nações têm levantado barreiras à liberdade de fluxo de pessoas, bens e recursos. Ele desmascarou todas as instituições sociais e seus atores. Seja a classe política, a mídia, a burocracia, a polícia, médicos ou mesmo um indivíduo comum, essa pandemia realçou o melhor e o pior da humanidade. Enquanto por um lado existe um ambiente de medo, preconceito, paranoia, humilhação e sectarismo político, por outro há uma onda de amor, apoio, bondade, empatia e caridade sem precedentes que reafirma a fé na humanidade. A pandemia também desvelou a hipocrisia e brutalidade dos magnatas, executivos e proprietários de grandes negócios. A incerteza da subsistência causaria mais danos às pessoas comuns que a pandemia. E os lockdowns forçam as pessoas a trabalhar, comprar, estudar e se divertirem em casa criando novos hábitos em graus variados que podem durar para além da pandemia.

Muitas nações estariam se engajando numa forma de nacionalismo alimentar. França, Espanha e Itália estavam entre os países que pressionavam a União Europeia a proteger seus agricultores antes da pandemia, e eles farão mais pressão ainda agora. Muitos países poderão não estar dispostos a se expor ao comércio mundial, bancos globais e migração internacional. As economias seriam mais dependentes de indústrias locais. Pessoas de todos os lugares se recolhendo em zonas livres do coronavírus; buscando empregos, educação e entretenimento no mundo imersivo da economia on-line. A desglobalização do mercado financeiro está chegando às profundezas dos mercados de dívidas também. Os lockdowns econômicos podem reduzir o fluxo de caixa de empresas muito endividadas dos Estados Unidos, Europa e Ásia, ameaçando levá-las à falência e também onerando muitas delas com casos severos de fobias em relação à dívida.

O movimento para dentro inspirou muitas nações a repensar linhas de suprimentos que agora contornam o mundo e levam, na maioria das vezes, a fábricas na China. Motivado originalmente pelo crescimento dos salários na China e depois pelo crescimento das preocupações com as incertezas de se fazer negócios lá, esse movimento está em andamento há anos. Líderes de todos os estilos políticos assumiram poderes anteriormente impensáveis para fechar a economia, direcionar a produção, fechar fronteiras e colocar empresas na UTI e podem ainda ficar mais encorajados a perseguir estrangeiros. Embora a ascensão da economia virtual também seja uma virada para dentro, em direção ao trabalhador solitário seguro em casa em frente a uma tela, seu foco renovado em relação à eficiência e criatividade poderia aumentar a produtividade dos anos que vêm e aliviar a desaceleração global.

A pandemia está de fato trazendo o futuro mais para perto. Tendências que talvez demorassem cinco ou dez anos para se desdobrar o fizeram em semanas, em alguns casos, e todas apontam na mesma direção.Num momento em que uma resposta coletiva era necessária para conter a Covid-19, o establishment político, com ajuda da mídia e agências de RP tenderam a dividir as pessoas em nome de religião e regionalismos espalhando ódio e criando narrativas falsas.

4. Que obra(s) da sociologia e das demais ciências sociais podem nos ajudar a compreender e a conversar sobre os desafios em curso?

Karina Batthyany: Me gustaría mencionar un par de obras relacionadas a mi área de investigación. En general los textos de Joan Tronto y particularmente: Who cares?: How to reshape a democratic politics y Riesgo o cuidado?.

Marcelo Arnold-Cathalifaud: Sin duda, junto a los textos clásicos de Luhmann sobre temas ambientales y respecto a la distinción riesgo/peligro, recomendaría una relectura de la trilogía de Manuel Castells, La era de la información, y revisar la de Ulrich Beck, Risk society: Towards a new modernity.

P. S. Vivek: Os efeitos totais da pandemia ainda serão aferidos, mas veremos que a mudança já estava lá. Algumas tendências como a educação digital e o trabalho remoto (WFH, work from home) se acelerarão. Alguns hábitos serão interrompidos: não será possível viajar casualmente entre continentes. Não seria a primeira vez que uma crise de saúde pública causa mudanças na arquitetura e planejamento urbano. Propositores de políticas públicas serão forçados a questionar se estamos prontos para outra pandemia. Espera-se que as pessoas tenham medo de voar por um longo período de tempo, e peritos em aviação dizem que haverá uma redução drástica em voos ao redor do mundo. Além do medo, as tarifas podem chegar a um pico. Aqueles indianos andando nas ruas, famintos, despossuídos, quebrados, traídos pelo governo que levaram com seus votos ao poder, traídos pelas pessoas cujos negócios eles ajudaram a estabelecer – são eles as pessoas que construíram o lugar que agora te abriga nessa tempestade das tempestades. Eles não são trabalhadores migrantes: são os fundadores originais da sua casa. Se defrontar com a própria mortalidade pode nos incentivar a ser mais conscientes a respeito da forma como vivemos e do que precisamos. Os que ficam na fila fazem uma tentativa elegante de seguir as regras do distanciamento social. Mas a distância se desintegra quando o desespero os alcança.

Tendo em vista a magnitude da realidade pós-pandêmica em expansão, valeria a pena examinar essas mudanças da perspectiva das teorias estabelecidas: 1) entender como as pessoas usam signos e símbolos na construção de significados, enquanto percebidos pelos sentidos e interpretados como tal (Ferdinand de Saussure, Roland Barthes); 2) nada pode existir sem significado; tudo tem significado e ele emerge por meio do diálogo, qualquer que seja o nível em que esse diálogo aconteça, uma vez que viver é estar em diálogo (Mikhail Mikhailovich Bakhtin); 3) uma sociedade crescentemente preocupada com o futuro (e também com sua segurança) que gera a noção de risco e um modo sistemático de lidar com perigos e inseguranças (Anthony Giddens, Ulrich Beck); 4) ondas de racionalização tecnológica e mudanças no trabalho e sua organização; além disso, mudanças nos estilos de vida e nas formas de amar, nas estruturas de poder e influência, nas formas de repressão política e participação, nas visões de mundo e normas do conhecimento, que compreendem e remodelam toda a estrutura social (Ulrich Beck) além de outras mais recentes.

Mary Tuti Baker:

As coisas desmoronam e nós as arrumamos de volta

Ontem à noite avisaram ao grupo que esperasse um código no éter.

Ele vai aparecer nos nossos computadores cerebrais, ativados de uma casa no campo.

Mas eu não tenho como chegar.

 As coisas desmoronam e nós as arrumamos.

Sento na minha mesa improvisada. O sol se levanta. Posições giram.

                                                                                                     Syzygy

Desviando de tarefas por cumprir

Convivendo com as plantas no parapeito

Alcançando o sol encoberto e o ar gelado em quietude e silêncio.

As coisas desmoronam e precisamos arrumá-las de volta

de formas novas e surpreendentes

No dia 28 de abril, acordei de sonhos irregulares e ansiosos com essas palavras na boca – as coisas desmoronam, nós as arrumamos de volta. Elas me deram algum conforto, já que de fato parece que em todos os cantos do planeta as coisas estão desmoronando. O vírus fez caírem as máscaras. Em tempo real, presenciamos o trabalho coletivo dos melhores entre nós, criando formas de maximizar a sobrevivência coletiva numa situação humana terrível enquanto os piores entre nós lucram com a situação sem quase nenhum respeito para com os futuros coletivos.

O colapso social não é novo ou incomum para comunidades indígenas. Não faz muito tempo que vírus foram usados como armas pelos colonizadores brancos para eliminar os nativos da paisagem americana. E ainda assim tantas nações indígenas sobrevivem ao trauma continuado do imperialismo. Há lições a serem aprendidas desses povos – lições sobre cuidado e construção de comunidades e sobre a atenção ao solo embaixo dos nossos pés, ao ar que nos cerca.

Eu sou uma pesquisadora e educadora Kanaka Maoli (nativa do Havaí). Eu ensino cursos universitários em teoria política indígena e minha pesquisa se concentra em redes de ressurgência e resiliência em estruturas sociais baseadas no espaço. Esse semestre eu estava ensinando Introdução ao pensamento político indígena para alunos de segundo ano na Universidade de Brown. Enquanto a pandemia marchava pelos Estados Unidos, estudamos um repertório de pensadores indígenas e aprendemos sobre a produção de conhecimento indígena, ressurgência, resiliência e como as comunidades vivem em relação de reciprocidade com tudo o que existe. Na sessão final os alunos me contaram que o curso havia sido diferente de qualquer outro que eles fizeram até ali porque mais importante do que “o que” é o pensamento político indígena, eles aprenderam “como” se dá esse pensamento. Acredito que os alunos saíram do curso com uma apreciação da forma pela qual as teorias indígenas criam mundos. Eles também adquiriram uma série de ferramentas que abriram a sua compreensão ao uso de múltiplas lentes. Me sinto grata por poder ensinar nesses tempos de convulsão e transformação. Ensinar os jovens a pensar diferente é crucial, já que será a sua missão rearrumar as coisas de formas novas e surpreendentes. Essa é minha pequena contribuição para a nossa sobrevivência coletiva nessa pandemia – e não só sobrevivência, mas prosperidade em futuros resilientes, num mundo em que muitos mundos caibam.

Howard Becker:

Sinto dizer que eu não sei responder nenhuma dessas perguntas, pelo simples motivo de que não sei muito a respeito desse fenômeno, tendo tido contato com ele apenas no meu ambiente imediato (algumas quadras em São Francisco). Eu me sentiria meio bobo propondo respostas para essas perguntas dada a forma em que elas estão colocadas, em termos gerais e incentivando generalizações em escala global. Elas todas pressupõem um vasto conhecimento do que está acontecendo ao redor do planeta – ou, talvez, um entendimento teórico geral da Sociedade em Geral que automaticamente possa produzir suficiente conhecimento detalhado para responder a perguntas tão específicas.

Eu não detenho esse tipo de conhecimento e, para ser sincero, não acho que mais ninguém o possua. Então essa é simplesmente mais uma instância de um erro comum no nosso campo: imaginar que você pode produzir conclusões sobre situações específicas sem saber nada sobre elas.

Na melhor das hipóteses uma teoria pode sugerir onde procurar pelo conhecimento detalhado suficiente para responder essas perguntas a respeito de alguma situação específica. Mas isso demoraria bastante tempo. Se todos começássemos agora a fazer observações detalhadas de um lugar específico, suas pessoas e organizações e suas respostas a esses eventos, e comparássemos nossas descobertas, teríamos o início de um estudo potencialmente interessante.

Havia um campo muitos anos atrás chamado de “estudos em desastres” [disaster studies], cujos praticantes traçaram alguns primeiros caminhos nesse sentido, observando e entrevistando no entorno de situações como furacões, enchentes, incêndios etc. Acho que por fim o campo desapareceu. Talvez você possa escrever para o professor Kai Erikson, na Universidade de Yale, que estudou uma enchente desastrosa nos Estados Unidos há muitos anos atrás.

***Uma versão revisada do simpósio se encontra publicada em Sociologia & Antropologia, n. especial, v. 11/2021, no link: http://www.sociologiaeantropologia.com.br/v-11-n-especial/

A imagem que acompanha este post é:

Piet Mondrian. Tableau nº 1, 1913, The Kröller-Müller Museum, Holanda. [Imagem recortada]

* Os textos publicados pelos colaboradores não refletem as posições da BVPS.

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